jueves, 22 de septiembre de 2011

Primer encuentro

Mi despertador comenzó a sonar indicándome que ya eran las diez de la mañana, alargue la mano y lo apague. Bostece, estire mis brazos y piernas sintiendo como tronaban cada una de mis articulaciones, me senté en la cama y mire la habitación que ahora me parecía demasiado grande, mire el pequeño buro que estaba del lado izquierdo de la cama y vi la fotografía de mi madre, hace apenas dos meses que había perdido a mi madrea, mi amiga y mi confidente, sentí como el corazón se me encogía y unas cuantas lagrimas resbalaban por mi cara, me permití llorar cinco minutos. Me seque las lagrimas, camine al baño, me desnude abrí la regadera y me metí bajo el agua tibia, sintiendo como cada musculo se relajaba.
Cuando salí del baño, seque mi cuerpo y cabello después, tome la crema que estaba en el tocador y la unte por todo mi cuerpo, después del cajón saque mi ropa interior una vez que me la puse del ropero que se encontraba frente a mi cama saque unos jeans azul cielo y una blusa blanca manga larga con cuello en “v”, me puse mis tenis blancos, y baje a la cocina. Estaba sacando la caja de cereal y la leche cuando el teléfono sonó, suspire y deje las cosas en el comedor, camine a la pequeña mesita de centro de la sala y descolgué no sin antes ver el identificador de llamadas
―Buenos días señora Gray
― Oh Valeria, te he dicho que me llames Margaret
― Lo siento señ…perdón, Margaret ¿necesitas algo?
― La verdad es que si cariño, se que tu horario de entrada es a las 11:45, pero te necesito aquí en diez minutos para que me ayudes a organizar y recibir el pedido de libros
― Claro, no se preocupe estaré ahí en diez minutos
― Gracias…y háblame de tu ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir? ― Se rio sonoramente y no pude evitar reírme con ella―te espero y perdón por llamarte apenas
― No te preocupes, nos vemos en un momento― colgué el teléfono y regrese a la cocina para guardar las cosas en su lugar, agarre mi bolsa, metí las llaves de mi casa en esta y saque las de mi auto.
Sé que trabajar en una librería no suena nada emocionante, pero al menos ahí encontraba un poco de paz…y mi refugio eran todos esos libros. Comencé a trabajar en la librería Paraíso, (y valla que la ciudad de Francia si  era todo un paraíso) la dueña era una señora alta, delgada con la piel más blanca que hubiera visto, de cabello rizado y con ojos verde oscuro, la señora Margaret era una mujer muy guapa, demasiado guapa como para bajarle la autoestima a una que otra mujer incluyéndome a mí, era joven, tenía exactamente 32 años, aunque claro, lo bien que se cuidaba la hacía ver un poco más joven.
En cuanto llegue a la librería, estacione mi auto frente a esta, baje mi bolsa y me dirigí a mi pequeño rincón de trabajo donde me sentía libre, en paz y sobre todo me hacia olvidar. La campanita sonó cuando abrí la puerta
― Valeria― dijo emocionada Margaret, éramos buenas a migas a pesar de llevar muy poco tiempo conociéndonos― de verdad lamento haberte hecho venir tan de prisa― dijo apenada mientras me abrazaba
― No te preocupes, sabes que me agrada este lugar
― Al menos dime que desayunaste
― Si― mentí
― Pues yo no te creo― me sonrió y tomo su monedero― ahora regreso, iré a buscarte algo para desayunar
― No, la verdad es que no tengo mucha hambre
― Tienes que alimentarte señorita
― No, de verdad, descuida
― Valeria, tienes veinte años, no trates de comportarte como una anciana necia
Suspire, era un caso perdido tratar de discutir con ella, simplemente terminaría ganando la guerra
― Bien, esperare
― No tardo― dijo mientras salía de la librería, deje mi bolsa detrás del mostrador y comencé por ordenar los libros que estaban fuera de su sitio, no eran muchos por lo que no tarde demasiado en colocarlos en su lugar. Me senté en una de las mesas y permanecí ahí, en silencio y recordando como en ese mismo lugar Richard “mi padre” fue a buscarme unos días después de que mamá murió
― Hola buenas tardes bienvenido a la librería paraíso ―le dio la bienvenida Margaret a un cliente
― Buenas tardes, estoy buscando a la señorita Valeria, me informaron que trabajaba aquí―  cuando escuche su voz, sentí la necesidad de golpear algo o mejor dicho a alguien, suspire y continúe ordenando las notas de pago.
― Claro…sígame
Escuche los tacones de las altas zapatillas de Margaret y los pasos cansados de Richard, hasta que se detuvieron frente al mostrador, yo continúe con mis cosas hasta que Margaret hablo
― Querida…te buscan
― ¿Quién? ― dije sin levantar la mirada
― ¿Valeria? ―dijo sorprendido Richard, bufe por lo bajo y levante la mirada
― Hola― dije sin muchas ganas
― Iré por un café― la mire con suplica y ella a cambio me dedico una sonrisa cálida
― ¿Cómo estás? ― pregunto el hombre que se hacía llamar mi padre
― Acabo de perder a mi madre ¿Cómo quieres que este?
― Lo siento― susurro― pero ya pasara, olvidaras hija
― ¿Cómo tú te olvidaste de mí? ― dije con reproche
― Soy tu padre…merezco respeto
― ¿Crees que por darme la vida lo mereces?
― Si, sea lo que sea, como yo sea soy tu padre
― ¿Sabes qué? ―suspire― no quiero discutir contigo así que vete por favor
― No, quiero que vengas a vivir conmigo
― ¿Qué? ― mi voz se elevo una octava, no lo podía creer, después de 20 años ¿quería que me fuera a vivir con él? Estaba completamente loco si creía que aceptaría
 ― Lo que oíste, quiero que vivas conmigo
― Eres…la viva imagen del cinismo, ¿sabes por todo lo que mi madre tuvo que pasar? ¿Sabes cuantas veces ella se quito el pan de la boca por dármelo a mí? ― dije realmente furiosa― vete, no te necesito…porque gracias a los esfuerzos de mi madre y también los míos tengo donde vivir
― Piénsalo…por favor
― ¿No me escuchaste? NO-TE-NE-CE-SI-TO― dije la frase silaba por silaba

― Aquí está tu comida―dijo Margaret sacándome de mis recuerdos
― A si― dije distraída
― ¿Soñando despierta? ― me sonrió
― Recordando― murmure y tome la pequeña bolsa que me ofrecía― huele bien ¿Qué es?
― Velo por ti misma
― Mmm…lasaña― dije mientras sacaba un plato, la lasaña era mi comida favorita, saque un tenedor de la bolsa y comencé a comer, una vez que termine tire las cosas en el pequeño bote de basura detrás del mostrador.
― ¿Te encuentras bien?
― Si ¿Por qué?
― Pues, te ves molesta
― Cosas mías― murmure, la campana sonó indicando que alguien había entrado, giramos y vimos a un hombre alto de piel bronceada y ojos café claro
― Buenas tardes, le traemos el material que pidió
― Oh si, gracias
El hombre le hizo señas a sus trabajadores, uno por uno fueron entrando con unas cajas enormes
― Bueno, ya saben que si no viene lo que pidió nos puede llamar
― Sí, claro, gracias
― Ahora necesito su firma aquí
Una vez que firmo, terminaron de meter algunas cajas restantes y me dispuse a abrirlas y comenzar a revisar la mercancía mientras tanto Margaret, atendía a los clientes que iban llegando, el tiempo se pasó tan deprisa que no me percate de que ya estaba anocheciendo
― Es hora Valeria― escuche la voz de Margaret acercándose
― Sí, claro…amm, ¿te importaría que me quedara unos minutos más?
― Sabes que si, no me gusta esta calle por las noches
― Lo sé, pero…de verdad, no me quiero ir aun
― Entonces me quedo contigo
― Necesito pensar, y sabes que este lugar es mi mejor aliado
― No, no me moveré de aquí
― Estaré bien, se defenderme― recordé mis entrenamientos de Hapkido, al principio me parecían lo más agresivo del mundo, pero tampoco dudaría en utilizar aquellos conocimientos de defensa personal
― No…
― Tienes que ir a casa― prácticamente le estaba rogando
― Esta bien, pero prométeme que no te pasara nada
― Lo prometo― le sonreí y bese  su mejilla
― Entonces…nos vemos mañana
Me entrego las llaves y me pidió que cerrara con llave cuando ella saliera, peor estaba tan concentrada en mi trabajo que se me fue por completo. Abrí la tercera caja y comencé el inventario de esta, revisando libro por libro y titulo por título. El cansancio poco a poco me fue venciendo, pero continúe hasta terminar de acomodarlos en su sitio, una vez hecho esto me dispuse a irme,  pero vi tirado un libro debajo del estante, resople y camine hasta él…me agache y lo levante, mire el titulo y no pude evitar reír
― ¿Vampiros? ― dije escépticamente― patrañas― me dirigí al estante de mitos y leyendas cuando la campana de la puerta sonó
― Está cerrado― grite, pero nadie respondió, admito que el miedo me inundo, comencé a caminar hacia el mostrador con el libro abrazado a mi pecho, un poco más segura de que era capaz de romperle unos cuantos huesos a aquel que quisiera robar o algo así, en cuanto estuve frente al mostrador parpadee un par de veces, frente a mí se encontraba un hombre alto, de cabello negro y piel blanca, su rostro era hermoso, de facciones finas pero muy masculinas, sus labios tenian un ligero tono rojo y carnosos, tenía un cuerpo escultural, musculoso y de cierto modo amenazador, no…sus ojos de color azul si eran amenazadores y salvajes, me miraba como si yo fuera la presa y él, el cazador. Quizá estaba loca, pero su cuerpo era como un imán y me hacia querer estar cerca de él ―No seas estúpida, eso es imposible― pensé
― Buenas noches― cuando escuche su voz gruesa y sensual no pude reprimir un suspiro y él se limito a reír de un modo…sexy. Sonreí tímidamente y creo que me sonroje, quería hablar pero no encontraba mi voz, aquel ser era realmente guapo, comenzó a caminar hacia mí, de un modo sumamente peligroso pero no me dio miedo, al contrario, creo que quería que estuviera más cerca, me miro a los ojos y sonrió con satisfacción como si pudiera escucharme.


Hola niñas, antes de dar mi discurso jjajja kiero dedicarle estte capi
a mis dos amigas y seguidoras LISY Y ANGELA grax por haber estado aki en mis inicios
xDD las kiero mucho de verdad y  bueno ahora si aqi ta el prier capitulo de la historia qe toii  escribiendo espro qe les gustte y comenteen porqe es lo qe necesito para imaginar :DD

2 comentarios:

  1. jajaja q tercaa esa muchachaa.. y me dejaste toa triste con lo de su mama woo.. q impresionante pero q bueno q pueda seguir adelante... esta muy buenoo este primer cap amiga hermozaa.. felicidades =) me gusta bastante jeje.. y ese hombreee aff no lo veo y me lo imagino todo un angel.. un incubos jaja

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  2. Gracias JESS, por tu dedicacion, no me lo esperaba y me conmovio mucho cuando lo lei, y voy a seguir leyendote, me gusta tu forma de escribir y la manera en que te expresas y tus ideas para escribir tus historias son formidables. Me siento orgullosa de ser tu amiga!

    Besos y abrazos,

    LISY

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Un comentario es lo qe necesito para inspirarme, imaginar y escribir <3