Las explicaciones

=POV ERIK=

Se separo de mí jadeando, y miro directamente mi boca, frunció el ceño y llevo una mano a mis labios, sonreí y mis colmillos quedaron al descubierto, creí que se asustaría, gritaría o algo así, normalmente eso hacía todos al ver un vampiro, acaricio mis colmillos y gemí

― ¿Cómo los hiciste? ―susurro

― Que…cosa―murmure, no podía creer lo que esa simple caricia me provocaba

―Tus…colmillos, se ven tan reales―se río, estupendo… ¿creía que eran placas? Me reí y ella alejo su mano de mi boca

― Si que eres escéptica

―Mmm… ¿Dónde los hiciste? ―pregunto, comencé a oler su desconfianza y miedo, creía que era un loco, no pude evitar reírme de nuevo

― Si te dijera que no me los hice en ningún lado y que tampoco que me escape de algún psiquiátrico… que pensarías que soy

―Con total seguridad un loco, aunque digas que no saliste del psiquiátrico

―Dame tu mano―no lo hizo, sujete su mano y la lleve directo a mis colmillos, comenzó a alejarla― ¿crees que son falsos?

―Creo que estás loco―quito bruscamente su mano y se levanto del sofá―así que…vete o llamare a la policía

―Inténtalo―dije y en menos de un minuto estaba con el teléfono en mis manos, sus ojos se abrieron y su corazón se desboco― ¿Qué sucede con tu escepticismo?

― ¿Y qué sucede con tu cerebro? ―dijo burlona, esta mujer me encantaba. Comenzó a caminar poco a poco hacia la puerta, me reí por lo bajo y me acerque a ella―No te acerques

― ¿Tienes miedo? ―me burle, sin darle oportunidad de que dijera o hiciera algo la sujete de la cintura, sentía los huesos de su cadera presionándose contra la mía, sus respiración se ajito e inmediatamente olí aquel aroma picante

―Suéltame―forcejeo

―No quieres eso―murmure en su cuello y llene mis pulmones de su aroma―puedo oler lo mucho que te gusta esto―bese el hueco de su oreja y mordí el lóbulo de su oreja, soltó un suspiro, se me callo de las manos el teléfono y enrede la mano en su cabello―quieres que te bese…me deseas, lo huelo, los siento

―Estas…eres…un…―silencie su boca con la mía, su olor me ponía fuera de control, ese delicioso aroma a deseo mezclado con miedo y negación me fascinaba, llevo sus manos a mi cuello y jalo de este para acercarme a ella, enrede mis manos en su delicada cintura sintiendo la suave piel, quería hacerla mía, marcarla como mía…dejar mi marca en su boca, su cabello, sus manos, por todo su cuerpo. La apreté más contra mi cuerpo, su nariz ya no era suficiente para llevar aire a sus pulmones, pero no quería separarme de sus carnosos y sensuales labios, quería seguir besándolos, mordiéndolos, lamiéndolos.

―Para…para―dijo cuando sintió mis colmillos rozando la vena de su cuello

―Descuida, no te morderé, no aun

―Estás loco―grito y me empujo―corrió hacia la puerta pero en menos  de un minuto yo ya estaba frente a esta, parpadeo un par de veces, llevo sus manos a la cabeza―debe ser el dolor de cabeza, es el dolor de cabeza

―Deja a un lado tu escepticismo y escúchame

―No, tú eres parte de mi imaginación…quizá este dormida

― ¿Por qué no crees en los vampiros? ―pregunte

― ¿Por qué debería creer?

―Responde y no preguntes

―Son estupideces ¿sí?

― ¿Crees en dios o en el Satanás?

―Ni mucho ni poco―respondió nerviosa y un tanto enfadada

― ¿Por qué?

―Es…tonto creer en un Dios supremo al que nunca se le ha visto, no basta con decir que hace quien sabe cuántos años existió pero murió y fue al cielo… ¿Quién te asegura que fue cierto? Y sobre todo es…estúpido creer en seres bebedores de sangre

―Estas frente a uno

―Estoy frente a un…maldito psicópata, loco y…enfermo

―Eres una terca―dije un tanto frustrado y divertido al mismo tiempo, esta mujer me hacía sentir cosas extrañas, no pude rechazar mis instintos y me lance de nuevo a su boca, me rechazo de inmediato pero de pronto, algo similar a lo que me sucedió a mí cuando trate de alejarme de ella, como una fuerza magnética acercándome a ella y esa misma fuerza la acercara a ella a mí, comencé a oler su deseo, me deseaba tanto o incluso más que yo, no…nunca me desearía como yo a ella, era un deseo irracional que iba más allá de toda lógica. Sus besos de ahora en adelante serian mi adicción, la lleve al sillón y la recosté, me coloque sobre su cuerpo y enredo sus piernas en mi cintura acercándome a su cadera, baje mi boca sutilmente por su mandíbula hasta llegar a su garganta, creí que me pararía pero no lo hizo, me pidió más, una nueva necesidad surgió en lo profundo de mi interior…una necesidad muy distinta pero al mismo tiempo ligada con el sexo…sangre…su sangre, quería hacerle el amor y beber de ella, por primera vez me asuste y me sentí un miserable al desear beber de alguien, pero ella no era alguien…era mi amada, mi compañera…no podía hacer eso, no podía desear tan fervientemente y alocadamente su sangre como su cuerpo. Me separe de ella y comenzó a protestar. Cuando deje de besarla y de recorrer su cuerpo, el deseo de su sangre paso…

― ¿Crees en mi?

―Parece que entre más me resisto…esto se hace más fuerte ¿es normal?

―Sí―dejo de rodear mi cintura, se sentó y yo lo hice junto a ella

―Esto es, estúpido los…no es real, no puede ser real―me reí, no podía pronunciar la palabra “vampiro” bese su cien y tembló, el deseo aun no se disipaba dentro de ella.

―Lo es Valeria, soy real…

― ¿Por qué no salgo corriendo de aquí?

―Lo intentaste―me burle

―Pero ahora no quiero―me miro intensamente, su deseo y ardiente mirada pasaron a encenderme, pero no quería hacerle daño, pero tampoco quería enamorarme, no podía, no debía.

―Tengo que irme―me levante del sofá

― ¿Por qué?

―Es lo mejor―me sujeto de la muñeca, me giro y se puso de puntitas para rozar mis labios, no pude negarme a su delicioso aroma, a la suavidad de su boca y a la calidez de su cuerpo.

― ¿Por qué de deseo con urgencia? ―susurro separando su boca

―Es lo que pasa cuando un vampiro encuentra a su compañera―respondí acariciando su cabello e inhalando su aroma.

―No entiendo

―Yo tampoco, solo sé que no hay nada que desee más que estar contigo

―Es que…no, no es real, tú no eres real

―Sí que eres terca mujer

― ¿Sabes qué? Tienes razón lo mejor es que te vayas―estaba a punto de responder cuando hablo de nuevo―no, mejor explícame que es eso de que un…vampiro encuentra a su compañera y si eres real como demonios es que sales durante el sol y por qué no tienes ojos rojos o de color café―bufó―es patético que ahora este sacando cosas de…libros

―Ven aquí, siéntate―dudo unos minutos pero cedió―pregunta lo que quieras

―Yo… ¿es verdad que la luz del sol te hace daño?

―No, eso tiene que ver con la antigua creencia de que un vampiro, como supuesto ser diabólico, le tendría que temer a la luz del día. Lo que sucede es que somos criaturas mejor adaptadas para la noche, nos desenvolvemos mejor entre las sombras. En lo personal a mí el sol me da dolor de cabeza, nada grave.

―Entonces si no le tienes miedo al sol ¿quiere decir que no eres un ser diabólico?

―En absoluto―sonreí y le acomode un mechón de cabello en la oreja―los vampiros no tenemos pacto con el diablo ni somos monstruos, aunque ya no seamos tampoco humanos

― ¿Eres inmortal? ―solté una carcajada

―No, eso está bien para las películas. La verdad es que un vampiro puede llegar a vivir miles de años, de ahí proviene la creencia popular de que nunca morimos. Mira, resulta que como tenemos una fuerza y poder de recuperación increíbles, somos capaces de sobrevivir a casi cualquier accidente que para cualquier humano común y corriente resultaría mortal

―Gracias―dijo sarcástica―bueno si no vives eternamente eso quiere decir que no eres un muerto viviente

―No, eso es una tontería, se está vivo o muerto, lo que sucede es que mueres como ser humano, para luego convertirte en una especie distinta

―No entiendo―dijo frustrada y frunciendo el ceño

―Solo piensa en la oruga―le dije el mismo ejemplo que algún día mi hermano uso conmigo― ¿la oruga muere…o se transforma?

ohla chicas ahora sí aquí el capi de cuando cae la noche

jjejje espero que les guste mañana en la noche publico el de jake y nessie

espero me de tiempo porque tambien tengo qe hacer un trabajo :S

las kiero niñas besos